domingo, 13 de enero de 2008

La estrella fugaz

Por primera vez en unos días no me había estado comiendo la cabeza con mi existencialismo de costumbre, con esas preguntas que siempre me hago y que jamás me dejan nada claro. Era jueves, o miércoles, no se, un día de esos en los que salir no es obligatorio si no que lo haces por gusto. Fui con mis amigos y amigas a la discoteca de costumbre, aquella que siempre que escuches las palabras “noche” y “memorable”, sabes que su nombre irá detrás.

La fiesta transcurría por una normalidad casi aburrida. Dos copas habían refrescado ya mi garganta hacia las dos de la mañana, y hasta ahí, nada mas que mereciera la pena recordar. Entonces pasó algo que cambiaría por completo el devenir de la noche. En un respiro entre canción y canción, cogí lo que me quedaba de la tercera copa y le di un sorbo lo suficientemente grande para quedarme a gusto sin terminarla. Después dejé el vaso en una mesa cercana a donde estábamos y apoyé mi mano en la barandilla que había al lado, rozando sin querer una mano femenina. Pensareis que como supe diferenciar si la mano era femenina, no se como fue, pero lo hice, seguramente ese tacto a seda en su piel la delató.

“Perdón, perdón” me apresure a decir, levantando la vista para ver a quien había incomodado. Fue ahí, en ese momento, cuando quedé paralizado por esa boca, de la que salió una dulce caricia en forma de palabras que decían, “no pasa nada”. En realidad, no solo su boca era bonita, toda ella poseía una belleza particular, no la típica y obvia en la que todo el mundo se fija, como la de las modelos, si no una belleza sencilla y natural. Creedme si os digo que intente decirle algo en ese instante, pero nada salio de mi, absolutamente nada. Solo pude admirar como siguiendo su camino, se alejaba entre la gente hasta que dejé de ver su corta melena rubia.

Volví donde estaban mis amigos, por aquí todo seguía igual, parecía que no hubiera pasado nada. Pero para mi todo era diferente, no escuchaba la música del mismo modo, tampoco era capaz de entender una sola palabra de lo que mis amigos decían. Solo podía pensar en ella. Estuve buscando su cabello dorado entre las cabezas de la discoteca sin ninguna suerte. Al cabo de un rato, resignado en mi fracaso, me dije a mi mismo que ya era tontería buscarla, que era como buscar una estrella fugaz después de haberla visto porque se te ha ocurrido el deseo. Rendido me dirigí a la barra para saborear mi ultima copa de la noche, pues eran las tres y media y aquel sitio cerraba pronto.

Decidí bebérmela allí, apoyado en el lugar donde los alcohólicos pierden su vida. Y como si fuera cosa del destino, otra vez, una copa me dio la oportunidad de poder admirarla. Estaba a tan solo cinco metros, con su grupo de amigas, y si me preguntáis, no os podría decir si era la más guapa de todas, ya que jamás conseguí retirar mis ojos de ella. Hoy no me había arreglado demasiado, así que no me sobraba confianza como para acercarme a decirle algo. No es que sea un cobarde, pero tampoco un valiente con las chicas. Mi corazón se aceleró, sabedor de que tendría que ir. Tragué saliva, Con la esperanza de que mi voz no me volviera a traicionar, y justo cuando di el primer paso que me acercaría a mi mayor sueño, un chico la saludó.

Noté en mi corazón una pequeña grieta, como esas que salen en las lunas de los coches, que sabes que no está rota, pero que poco a poco terminara estándolo. La verdad es que la cara de ese chico me sonaba, pero por el desconcierto en el que me hallaba, no sabía de que. Le di mi ultimo trago a mi ultima copa para serenarme y me vino a la mente, de que me resultaba familiar aquel intruso. Salió del servicio de los chicos mientras yo esperaba, con una morena dando motivos para sospechar. Bueno todo lo que se puede sospechar de un cinturón desabrochado y una melena alborotada. Y ahí estaba de nuevo, con otra presa, esta vez la que se había convertido en mi sueño.

Jamás entenderé como casi sin mediar palabra, la besó, recibiendo además otro beso por parte de ella de respuesta. La tristeza mató en menos de un segundo toda la ilusión que sentí al volver a verla. “¿Por qué siempre son otros los que realizan mis sueños?” me pregunté. Lo que yo creí una segunda oportunidad se convirtió en una demostración de lo que pasa si no aprovechas tu momento. Menos mal que quitaron la música y llegaron mis amigos con mi abrigo…, nos íbamos…, se acababa mi tortura, aunque no mi sufrimiento.

Fui todo el camino a casa callado, escuchando de fondo los comentarios de mis amigos. Volví a oír “noche” y “memorable” junto al nombre del local. “Y tanto”, me dije a mi mismo. Despidiéndome con un simple adiós, subí a mi casa. Eché a lavar toda la ropa, como si estuviera sucia de tristeza y me metí en la cama. Ese día, aunque triste, me dormí esperanzado, ya que sabia lo que tenia que hacer si volvía a ver una estrella fugaz.

Espero que os guste el relato que he escrito, esta vez soy un poco egosita y me lo dedico a mi mismo. Un saludo y como siempre, gracias por leerme.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustan las historias que no tienen por qué tener un final feliz. Moraleja: hay oportunidades que sólo se presentan una vez.
No me quedó claro la situación temporal... fue un martes o miércoles, o HOY?
Biquiños!!

Anónimo dijo...

Presa?!?!

Dicon dijo...

Presa:(Del lat. prensa, part. de prendĕre, coger, agarrar).

1. f. Acción de prender o tomar algo.

2. f. Cosa apresada o robada.

3. f. Animal que es o puede ser cazado o pescado.

(Las 3 primeras definiciones del diccionario de la Real Academia de la Lengua)

Anónimo dijo...

¿A cuál de las tres acepciones te referías?

Dicon dijo...

Me referia a la 3º acepción.

Por si sigues preguntando.

Cazar: (Del lat. *captiāre, de captāre, coger).


1. tr. Buscar o seguir a las aves, fieras y otras muchas clases de animales para cobrarlos o matarlos.

2. tr. coloq. Adquirir con destreza algo difícil o que no se esperaba.

3. tr. coloq. Entender algo rápidamente.

4. tr. coloq. Prender, cautivar la voluntad de alguien con halagos o engaños.


Me refiero a la 4º acepción. También lo he sacado del diccionario de la Real Academia dela Lengua española)

Anónimo dijo...

Gracias.